01-03-2021 | di COOPI
Vivienda Adecuada para personas refugiadas y migrantes de Venezuela. COOPI participa en el Foro de Alto Nivel
COOPI – Cooperazione Internazionale formó parte de las organizaciones invitadas como panelistas en el Foro de Alto Nivel Vivienda adecuada: impactos, necesidades y afectaciones de los desalojos en las personas refugiadas y migrantes de Venezuela, organizado por el Sector Regional de Protección de la Plataforma Regional de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V) y la Relatoría sobre las Personas Migrantes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). La intervención de COOPI fue de suma importancia por su labor en el desarrollo de la Caja Regional de Herramientas para la mitigación de los riesgos de desalojo, presentándose en este evento la primera Encuesta regional de desalojos de las personas refugiadas y migrantes de Venezuela.
En este sentido, Nicola Momentè, Coordinador Regional para América Latina y el Caribe de COOPI, expuso en este foro algunos puntos clave a partir de la experiencia regional con diferentes proyectos de COOPI, y cuyos principales hallazgos muestran que todavía existen necesidades sin ser atendidas y que engloban los siguientes sectores: agua, saneamiento e higiene (WASH), habitabilidad y protección. De hecho, durante el foro se puso especial énfasis en las necesidades de regularización migratoria como un aspecto esencial para atender a la población venezolana.
Nicola Momentè, Coordinador Regional para América Latina y el Caribe
Asimismo, COOPI destacó la relevancia de la intervención emergente para continuar con una respuesta más prolongada ante los desalojos a través del diagnóstico recogido en el proyecto Mejores condiciones de habitabilidad e infraestructura en viviendas de la población en movilidad humana de Machala, Ecuador financiado por ACNUR. De esta manera, se concretaron dos resultados: el alivio al canon de arrendamiento, tras el aumento de desalojos por la situación de la pandemia de COVID-19 y el limitado acceso a medios de vida; y las mejoras en las condiciones de habitabilidad e infraestructura con el fin de evitar situaciones de calle.
También desde COOPI, a partir de un proceso de caracterización y focalización de la población beneficiaria y las visitas domiciliarias, se ha identificado la necesidad de definir a las viviendas como unidades de habitabilidad, enmarcadas en tres tipologías: unidad de habitabilidad individual, espacio habitacional donde solo vive un grupo familiar; unidad de habitabilidad comunitaria, espacio habitacional donde viven más grupos familiares; y unidad de habitabilidad barrial, barrio habitado por familias en movilidad humana, con presencia de espacios públicos que necesitan adecuaciones.
Por último, entre las principales recomendaciones, el Coordinador Regional para América Latina y el Caribe de COOPI concluyó que debe existir la integralidad durante la intervención, por ejemplo, a través de la implementación de medios de vida para generar ingresos al interior de los hogares de manera sostenible; la identificación de buenas prácticas comunitarias con el objetivo de promover la cohesión social; el proceso de focalización oportuno y dinámico, acompañado de variables multidimensionales y un enfoque interseccional; la negociación justa con arrendadores; y la reubicación de familias en lugares de difícil intervención.
Este foro ha tenido como propósito elevar la visibilidad sobre los riesgos de desalojo en la región, priorizando a los grupos de especial protección, para incidir ante las autoridades estatales, la comunidad internacional y los donantes en la importancia de incluir a las personas refugiadas y migrantes en los sistemas nacionales de protección, especialmente sobre el derecho a una vivienda adecuada y digna como medio clave para facilitar la integración local de las personas refugiadas y migrantes de Venezuela.