21-10-2020 | di COOPI
Guatemala. Margarita va más allá de su discapacidad para mejorar la alimentación de su familia
Margarita Morales Vásquez es una madre de 31 años de edad de la etnia Mam, residente en la comunidad Aldea Chiquililá del municipio de San Ildefonso Ixtahuacán, Departamento de Huehuetenango, Guatemala. Margarita y su familia se encuentran entre los beneficiarios del proyecto “Respuesta humanitaria a las necesidades de las comunidades más vulnerables afectadas por la crisis alimentaria prolongada y sequías recurrentes en el Corredor Seco centroamericano”, ejecutado por COOPI – Cooperazione Internazionale y financiado por la Dirección General de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea (ECHO).
Debido a la discapacidad que padece, Margarita tiene muchas dificultades para encontrar un trabajo o simplemente para realizar actividades que puedan ayudar a su familia. Como ella misma admite: "Por la discapacidad que tengo no puedo trabajar como las otras personas que tienen sus dos manos bien. También para tortear, no lo hago con las dos manos, uso una tortiadora o una prensa". Esta discapacidad agrava la situación de dificultad y grave inseguridad alimentaria en la que viven Margarita, su marido y su hija de 5 años.
La pandemia de Covid-19 y la ausencia de lluvias durante los períodos cruciales en la producción de cereales, donde muchos lugareños encuentran empleo, ha hecho la vida aún más difícil para esta familia y muchas otras. “Algunas veces pasa una semana y no trabajo nada, el mes pasado (septiembre), solo pude trabajar 4 días y me pagaron 30.00 Quetzales (3 euros ed.) por día. Además, cada dos días caminamos alrededor de un kilómetro para llevar agua por senderos que son difíciles de recorrer cuando llueve por el barro", dijo Samuel Pérez, el esposo de Margarita. La familia vive a un kilómetro del centro de la comunidad, en una pequeña casa de adobe donde no hay ni electricidad ni agua potable.
El personal de COOPI en Guatemala, en colaboración con la Comisión Municipal de Seguridad Alimentaria y Nutricional (COMUSAN), identificó a esta familia y la incluyó en el proyecto de seguridad alimentaria. La familia de Margarita recibió una primera ración de alimentos en julio pasado, durante el período de hambre estacional, necesaria para la nutrición básica de todos los miembros de la familia. En septiembre se le entregó una segunda ración con lo que se espera que tengan alimentos suficientes para cubrir un período de 4 meses. Además, se entregó un kit de higiene y capacitación para disminuir el riesgo de contagio por COVID-19.