Entre 1980 y 2015, más de 1.600 desastres naturales azotaron Paraguay, afectando la vida de alrededor de un millón de personas.

Los riesgos relativos al cambio climático son especialmente altos para el país, principalmente por su alta dependencia económica al sector agropecuario (BM, 2021). En este contexto, las poblaciones rurales e indígenas que se dedican a la agricultura y se encuentran en situación de pobreza serían las más afectadas, considerando que es la agricultura familiar campesina e indígena la que cuenta con menos recursos, tecnologías e inversión para hacer frente a la crisis climática.

Desde el 2001, COOPI, en alianza con otras organizaciones locales e internacionales, implementa proyectos para aumentar la resiliencia del Paraguay ante los efectos del cambio climático. Fomenta el desarrollo de capacidades, instrumentos nacionales y locales, así como acciones estratégicas con más de 200.000 familias  rurales e indígenas con el propósito de mejorar los medios de vida, conservar los servicios ambientales y ante aumentar la preparación ante los riesgos de desastres originados por la crisis climática, aportando al desarrollo sostenible de las poblaciones.