20-11-2021 | di COOPI
Ecuador. COOPI se une al Día Universal de la Infancia
En el marco del Día Universal de la Infancia, COOPI – Cooperazione Internazionale se suma a este día para defender los derechos de niñas, niños y adolescentes (NNA). Actualmente, junto a UNICEF, COOPI está implementando el proyecto “Mejores condiciones de acceso a protección y seguridad para niños, niñas y adolescentes en contexto de movilidad humana y sus familias en tránsito y/o residiendo en Ecuador – FASE 2”, con el objetivo de fortalecer los sistemas locales de protección de derechos, así como brindar estrategias locales para ejecutar planes de acción urbana articulados con un enfoque de derechos y la creación de ciudades sostenibles.
En la actualidad, casi seis millones de personas refugiadas y migrantes de Venezuela se encuentran fuera de su país de origen, y Ecuador es el tercer país de mayor flujo migratorio en la región, con más de 480.000 personas. Por lo tanto, para COOPI resulta fundamental generar lazos de integración entre la población, considerando esto como un factor importante de cohesión social. En este sentido, una de las intervenciones directas con niñas, niños y adolescentes se refiere a la promoción de la integración social entre jóvenes en situación de movilidad humana y de las comunidades de acogida, quienes comparten esta visión, como dice Fernando Sinchiguano, Coordinador del proyecto de COOPI Ecuador: “Esta actividad deja las banderas y las condiciones a un lado, todas y todos son iguales, se integran y disfrutan de su momento”.
A través del Teatro del Oprimido y la técnica del Teatro Foro, más de 100 adolescentes han dado forma a la creación colectiva de la obra donde las y los espectadores tienen la oportunidad de participar para compartir las inquietudes, problemas y aspiraciones de la comunidad que sufre las opresiones. “La creatividad que se genera dentro del grupo fomentan el compañerismo, convirtiendo el ambiente en un espacio de protección donde desarrollarse, levantar su autoestima y tener una voz crítica”, añade el coordinador de COOPI.
María Ángela tiene 16 años y es venezolana. Llegó a la provincia de Manabí (Ecuador) con su familia justo cuando comenzó la pandemia de COVID-19: “No sabía que era el Teatro Foro, y gracias a la actividad, he podido conocer a más gente y hacer amigos. No había socializado mucho con las personas de acá, ya que pasaba solamente con mi familia porque no podíamos salir, pero la actividad me ha dado la oportunidad de conocer la cultura ecuatoriana”.
Luis Leonardo, de 11 años, comparte la opinión de su compatriota María Ángela, y añade que el Teatro del Oprimido permite “aprender, divertirse y compartir entre culturas diferentes”. Luis Leonardo reconoce que durante el desarrollo de esta actividad de COOPI aprendió a “tratar a las personas y a conocer la cultura de cada país”, por lo que “recomendaría esta experiencia a otros jóvenes, porque pueden aprender muchísimo”. Para Elkin Daniel, adolescente ecuatoriano de 14 años, fue una experiencia nueva en la que ha hecho nuevos amigos: “Hemos creado lazos entre jóvenes del mismo barrio”. Y añade: “Lo recomendaría, ya que es divertido, y te enseñan ejercicios físicos y mentales”.
El Teatro del Oprimido permite a las y los adolescentes aprender a tratar sus propios problemas y a desarrollar sus propias habilidades. En este sentido, el Teatro del Oprimido facilita un espacio de reflexión e interacción entre niñas, niños y adolescentes en movilidad humana y comunidades de acogida con el objetivo de prevenir conductas de riesgo mediante la promoción de un lugar de encuentro para los adolescentes. Fernando Sinchiguano afirma: “Esta actividad les permite estar lejos de conductas dañinas y xenófobas, mejorando las relaciones en las comunidades de acogida y dándoles voz”.
Esto se suma al hecho de que desde la pandemia de COVID-19 las clases presenciales en Ecuador han estado interrumpidas hasta pocos meses atrás, y aunque la educación sigue siendo virtual en algunas partes del país, esto ha incidido en la brecha digital de las familias que no tienen acceso a Internet o la tecnología adecuada para que los jóvenes puedan tomar las clases. Según UNICEF, cabe mencionar que en Ecuador 2 de cada 3 hogares no tienen conexión a Internet, mientras que el 43% de las NNA venezolanas no tenían acceso a educación formal.
Padres y madres de las niñas, niños y adolescentes también coinciden en que el Teatro Foro de COOPI fue fantástico para que sus hijos pudieran socializar e interactuar, como demuestra Mario: “Aprendí que los niños necesitaban soltarse y distraerse y hacer nuevas amistades”. “Esta actividad de COOPI me ha parecido excelente, ya que los niños llevaban mucho tiempo sin realizar actividades grupales por el confinamiento, y se han sentido emocionados al estar en contacto con otros compañeros, sin importar la nacionalidad”, agrega Anayelisth del Mar.
Además, para esta madre venezolana, el Teatro del Oprimido le ha enseñado que “no hay que subestimar a los niños porque pueden dar mucho más, y durante la pandemia, el hecho de estar encerrados en casa ha provocado muchas inseguridades, por lo que compartir otros espacios les ha permitido desarrollar cualidades y sentirse importantes”. Por otro lado, el principal aprendizaje para Jessenia, una madre ecuatoriana, fue “tener más confianza a mi hija, ya que se desarrolló a nivel personal y profesional: antes era una persona muy introvertida, y gracias a la actividad se desenvolvió de una manera tan independiente, que me enseñó verdaderamente a creer más en mi hija”.
COOPI desarrolla esta actividad y otras acciones para brindar protección y seguridad a la infancia en seis provincias del Ecuador: Sucumbíos, Carchi, Esmeraldas, Manabí, Guayas y El Oro dentro del proyecto, gracias al apoyo de la Comisión Europea de Protección Civil y Operaciones de Ayuda Humanitaria (ECHO), y de la Oficina de Población, Refugio y Migración (BPRM) de los Estados Unidos para el área de agua, saneamiento e higiene (WASH).