23-11-2023 | di COOPI
Bolivia. Las comunidades de Cochabamba construyen sus propios sistemas de saneamiento
artículo publicado por:Unicef Bolivia
576 familias construyeron sus baños y sus 35 comunidades fueron certificadas “Libres de Defecación a Campo Abierto” (LDCA) porque eliminaron esa práctica a través de un proyecto ejecutado por UNICEF, el Gobierno Autónomo Municipal de Independencia, y la Fundación COOPI – Cooperazione Internazionale. Los comunarios fueron la contraparte, dieron su mano de obra e invirtieron en mejoras adicionales.
Estamos felices, ya tenemos baño y ducha en casa. Antes íbamos a hacer nuestras necesidades al monte, a las arboledas o al río y era peligroso porque estaba oscuro y estábamos solitas
coinciden en expresar varias mujeres de las 576 familias del municipio de Independencia en Cochabamba que autoconstruyeron sus baños y duchas domiciliarios y así lograron que las 35 comunidades en las que viven fueran certificadas “Libres de Defecación a Campo Abierto" (LDCA).
Niños, niñas, adolescentes y mujeres son las más felices y mayores beneficiarias del proyecto “Saneamiento sostenible con participación comunitaria: Implementación de la eliminación de la Defecación a Campo Abierto (DCA) y la contaminación fecal en el municipio de Independencia de Cochabamba”.
Para las comunarias tener una ducha con agua caliente en casa es algo invaluable porque ahora pueden bañarse sin tener que pasar incomodidades como calentar ese líquido vital en una batea colocada sobre “un fogón” de leña y luego tener que asearse en algún cuarto o en su patio tapándose con mantas para no ser vistas, ni resfriarse.
Antes iba al baño donde los árboles. A veces teníamos que aguantarnos hasta el día siguiente por miedo, porque se hacía de noche, porque es oscuro. Hace tres años quería tener un baño, ahora ya tenemos uno por fin, no tengo que ir lejos, me siento bien, estamos bien felices. También tiene ducha, ya hay para bañarse, ya no vamos a estar calentando agua o bañarnos en el cuarto o en la cocina. La decisión para construir el baño fue de mi mamá porque tiene cuatro hijas,
recuerda Maribel Mamani. Y añade Cristina Caro:
Al baño iba al monte, al río, así caminábamos lejos con mis cinco hijos. En las noches era peligroso para mis wawas,
Estoy feliz porque ya no hay que ir tan lejos para hacer las necesidades. La duchita es lo más necesario para bañarnos, para que cuando lleguen mis hijos, mis nietos, se bañen; antes hacíamos calentar agua en la cocina y nos lavábamos en el patio en una batea grande,
dice alegre Isabel Simón, otra comunaria.
El altiplano y valles bolivianos son zonas de alta contaminación fecal donde los índices de pobreza y tasas de mortalidad infantil también son elevados. Se ha evidenciado que a mayor defecación a campo abierto (DCA), mayor es el índice de desnutrición crónica e incidencia de enfermedades diarreicas agudas en niños y niñas menores de cinco años.
Por eso, el proyecto se enfocó en: incidir para que las familias abandonen la DCA por medio de la autoconstrucción de instalaciones sanitarias, aumentar el acceso al saneamiento en el hogar y en Unidades Educativas y en general los comunarios adopten hábitos de higiene, y así mejore la salud pública de la población
El objetivo de COOPI y UNICEF también fue el obtener un modelo demostrativo de eliminación de la DCA, con resultados a corto plazo, que evidencie una estrategia, tanto en metodología, cobertura, tiempo, logística y presupuesto. Asimismo, coordinar alianzas estratégicas para que se formen sinergias a nivel municipal y comunitario, porque el saneamiento ambiental es una actividad integral, donde participan instituciones públicas y privadas, organizaciones cívicas y sociales, autoridades municipales y regionales. Las lecciones aprendidas se sistematizan para proyectar nuevas intervenciones en otros ámbitos.
Empoderamiento de la comunidad, de género y generacional:
En 35 comunidades de las 154 que tiene Independencia se empoderó primero a las familias en la autoconstrucción de baños, al posicionar el derecho humano al agua y saneamiento básico. A continuación, se empoderaron liderazgos comunales y femeninos que no sólo demandaban cambios, sino que impulsaron los mismos con su participaron efectiva en el proyecto.
Al respecto, Edgar Paniagua, oficial de Saneamiento de UNICEF afirma
las mujeres deben ser involucradas en la toma de decisiones en servicios básicos, en los comités de saneamiento o en la dirigencia, ellas motivan un compromiso familiar e impulsan a la comunidad a organizarse para trabajar.
Así lo respaldan los testimonios de las comunarias en sentido de que sus familias, ahora que tienen un baño en su casa, ya no deben salir a buscar un lugar para realizar sus necesidades fisiológicas, incluso de noche y arriesgando su propia seguridad personal. Son 1.581 mujeres de todas las edades de esas 35 comunidades que acceden ahora a baños seguros, privados e higiénicos.
Otra prueba del empoderamiento femenino es que ellas refieren que sus esposos y parejas no tenían conocimiento en albañilería y construcción, y pesar de ello, los animaron a construir los baños, pero ellas también participaron del trabajo codo a codo con ellos.
Mi esposo no sabía de construcción, yo trabajé como ayudante pasando materiales; mi yerno nos ayudó a construir el pozo,
indica Isabel Simón, comunaria. Y añade, Cristina Caro:
La construcción (del baño) lo hizo mi esposo, no sabía cómo hacer, porque el albañil es caro; mi esposo aprendió a hacer el baño,
Las valoraciones de las comunarias no ocultan su alegría por el logro y los beneficios que tienen ahora por tener servicios higiénicos en sus hogares, una dice:
las mujeres estamos más felices por tener baño, ya no tenemos que ir lejos, ahora el baño está cerca. Ahora estamos tranquilos y felices.
Otra añade:
Nuestros hijos se sienten más cómodos porque ya tenemos baño. ¡Me gusta mi baño y mi ducha! Agradezco mucho la ayuda, con ese impulso hemos construido, nos han ayudado con calamina, clavos, cemento, tubos, taza, todo eso
Otra indica:
Nos gusta el baño, pero más la ducha, cuando llegamos sucios y hace frío nos bañamos.
Abel Veizaga, un comunario también destaca la experiencia:
Toda la familia hemos decidido construir el baño. Mi hijo de 23 años me ayudó a construir, no sabíamos de construcción, pero aprendimos. Mi familia me dice gracias, ahora toda la familia lo utilizará y limpiará. Porque queremos vivir bien y queremos mejorar.
Además, se generó un empoderamiento generacional porque la niñez y jóvenes estudiantes de estos 35 municipios que acceden a estos baños nuevos, ahora piden a sus padres construir nuevas viviendas para vivir mejor. De las 3.101 personas que habitan en las 35 comunidades, 1152 tienen menos de 18 años (37%).
La voluntad de estas familias para tener mejores condiciones de higiene y, mejorar la salud pública de la población, involucró su mano de obra, el uso de su tiempo, y la inversión económica que hicieron como contraparte a COOPI y UNICEF. Por el compromiso personal, familiar y comunal, y sobre todo por los resultados se concluye que el desarrollo y conclusión del proyecto es exitoso.
Datos sobre el municipio de Independencia:
- El municipio de Independencia está ubicado en la Provincia Ayopaya, al noroeste del departamento de Cochabamba, a 220 kilómetros de la ciudad capital.
- Tiene 23.658 habitantes, (INE, Censo de Población y Vivienda 2012).
- El 85% de la población no tiene instalaciones de saneamiento en su hogar, esto afecta a más de 3.000 niños menores de cinco años (Datos del Gobierno Autónomo Municipal de Independencia).
- Tiene 154 comunidades. El proyecto de COOPI Internazionale y UNICEF se desarrolló en 35 de ellas, involucrando a 576 familias, que significa 3.101 personas, de las cuales, 1581 son mujeres de todas las edades y 1152 son menores de edad de ambos sexos (37%).
- El proyecto incorporó cuatro facilitadores quechua hablantes y originarios de las comunidades. Se les capacitó en diversas metodologías para que visiten las comunidades donde socializaron las buenas prácticas de higiene y salud.